SCAIME ha desarrollado una serie de sensores para el control de deformación, con el fin de medir los movimientos en estructuras complejas.
Estos sensores, tiene una vida útil muy larga y una perfecta transmisión entre la estructura y el sensor. En una línea óptica pueden añadirse hasta 15 sensores con el find de optimizar las instalaciones.
Las señales pueden ser llevadas hasta distancias de 40 km, son totalmente inmunes a interferencias electromagnéticas y permiten instalación en zonas clasificadas como explosivas.